Autos chinos y eléctricos en el mercado automotriz de Latam

por Camila Ferrer on 17-sep-2025 17:38:14

Autos chinos y eléctricos en Latam

El mercado automotriz de Latinoamérica está viviendo una de las transformaciones más profundas de su historia reciente. Dos tendencias convergen con fuerza: el avance de los fabricantes chinos en la región y la acelerada introducción de los vehículos eléctricos (EVs). Ambas dinámicas están redefiniendo no solo la oferta de productos, sino también la forma en que los concesionarios y consumidores perciben la movilidad del futuro.

La consolidación de los autos chinos en LATAM

Hace apenas una década, la llegada de marcas chinas a Latinoamérica era vista con cierto escepticismo. Los consumidores asociaban estos vehículos con bajos precios, pero también con dudas sobre su calidad, seguridad y durabilidad. Hoy, el panorama es radicalmente distinto.

Fabricantes como BYD, Chery, JAC, Great Wall Motors y Geely han logrado consolidar su presencia en mercados clave como Chile, México, Perú, Colombia y Brasil. Lo han hecho con una propuesta de valor clara: vehículos accesibles, equipados con tecnología de última generación y cada vez más alineados a los estándares globales de seguridad y eficiencia.

En países como Chile, por ejemplo, Chery se ha convertido en una de las marcas más vendidas, superando incluso a fabricantes tradicionales japoneses y estadounidenses. Esto no solo refleja una mejor percepción del producto, sino también un cambio cultural en el consumidor, que hoy valora más la relación precio-calidad y la innovación que la herencia de marca.

El boom de la electromovilidad

A la par del crecimiento de las marcas chinas, la electrificación del parque automotor avanza a paso firme. Los gobiernos de la región están promoviendo políticas de descarbonización, ofreciendo incentivos fiscales, reducciones de aranceles e incluso planes de infraestructura de carga.

Chile y Colombia se posicionan como pioneros en la región. El primero con un ambicioso plan para electrificar flotas de transporte público y privado, y el segundo con beneficios tributarios para vehículos eléctricos e híbridos. México, por su parte, representa un mercado estratégico por volumen, mientras que Brasil avanza con mayor cautela, pero con una creciente inversión en híbridos enchufables.

La llegada de autos eléctricos chinos ha acelerado este proceso. Marcas como BYD y JAC ofrecen modelos eléctricos e híbridos a precios mucho más competitivos que los de sus competidores europeos o estadounidenses, democratizando el acceso a la movilidad eléctrica. Esto ha permitido que segmentos antes impensados, como los autos compactos o SUVs de gama media, ya tengan versiones 100% eléctricas disponibles en LATAM.

¿Por qué los chinos marcan la diferencia?

La clave del éxito de los fabricantes chinos está en su capacidad para producir a gran escala, con costos competitivos y una velocidad de innovación sorprendente. A diferencia de las marcas tradicionales, que suelen tardar años en lanzar nuevas plataformas eléctricas, los fabricantes chinos desarrollan y lanzan modelos en plazos mucho más cortos.

Además, han logrado cerrar la brecha tecnológica en aspectos críticos como baterías, autonomía y conectividad. BYD, por ejemplo, es hoy uno de los principales fabricantes de baterías a nivel mundial, lo que le permite controlar la cadena de valor y ofrecer productos más accesibles.

Esta ventaja competitiva les ha permitido posicionarse como líderes en electromovilidad en China, el mercado más grande del mundo, y trasladar esa experiencia a Latinoamérica.

Aspecto

Marcas Chinas

Marcas Tradicionales

Precio y accesibilidad

Más competitivos, modelos con buena relación costo-beneficio.

Precios más altos, asociados al prestigio y trayectoria de marca.

Innovación y tecnología

Alta velocidad de innovación, especialmente en eléctricos y conectividad.

Innovación más gradual, pero con foco en seguridad y confiabilidad.

Percepción de marca

En crecimiento: cada vez mayor confianza, aunque aún con cierto escepticismo en algunos segmentos.

Reputación consolidada, fuerte fidelidad y prestigio histórico.

Electromovilidad

Amplia oferta de modelos eléctricos e híbridos a precios accesibles (ej. BYD, JAC).

Mayoritariamente híbridos o eléctricos premium, con precios elevados.

El impacto en el consumidor latinoamericano

El comprador en LATAM también ha cambiado. Hoy está más informado, investiga online antes de visitar un concesionario y está cada vez más abierto a nuevas marcas si percibe que le ofrecen mejor valor.

En este sentido, los autos chinos y eléctricos cumplen con varias de sus expectativas:

  • Accesibilidad: precios más competitivos frente a marcas tradicionales.

  • Tecnología: pantallas digitales, conectividad, asistentes de conducción.

  • Sustentabilidad: alternativas híbridas o eléctricas que reducen costos de operación y huella ambiental.

  • Experiencia digital: mayor integración con apps, sistemas de carga y plataformas de movilidad.

Este cambio en el comportamiento del consumidor obliga a los concesionarios a adaptar sus estrategias comerciales. No alcanza con mostrar un producto en el showroom: hoy se trata de ofrecer experiencias personalizadas, omnicanales y orientadas a la fidelización a largo plazo.

Por ejemplo, un cliente interesado en un auto, ve un anuncio en Instagram y completa un formulario de contacto. Minutos después, recibe un mensaje automático en WhatsApp con la cotización y la opción de agendar un test drive online.

Cuando llega al concesionario, el asesor ya tiene todo su historial en el CRM: sabe qué modelo le interesa, qué versión cotizó y hasta qué promociones recibió. Durante la visita, el asesor le ofrece accesorios personalizados y le explica las opciones de financiamiento.

Ese cliente finalmente compra la unidad y semanas después, el concesionario le envía un recordatorio automático para su primer servicio de mantenimiento, junto con una encuesta de satisfacción.

Desafíos para la industria y concesionarios

El crecimiento de autos chinos y eléctricos en LATAM también plantea importantes desafíos:

Uno de los principales que enfrenta la expansión de autos chinos y eléctricos en Latinoamérica es la infraestructura de carga insuficiente. Aunque países como Chile, México y Colombia ya avanzan con planes públicos y privados para instalar electrolineras, la red aún está lejos de ser robusta. Esto genera ansiedad en los consumidores por la autonomía y obliga a los fabricantes —especialmente los chinos— a invertir en soluciones propias, como convenios con cadenas de estacionamientos o el desarrollo de cargadores domésticos más accesibles.

Otro reto clave es la capacitación en postventa. Los talleres tradicionales no siempre cuentan con técnicos entrenados en baterías de litio, software de gestión o sistemas eléctricos de alto voltaje. Esto no solo impacta en la calidad del servicio, sino también en la seguridad del usuario. Por eso, varios concesionarios están impulsando programas de formación interna para adaptar sus equipos a esta nueva realidad tecnológica.

En cuanto a la percepción de marca, si bien la confianza en los autos chinos creció de manera significativa gracias a mejoras en calidad, diseño y seguridad, aún persiste cierto sesgo en segmentos de consumidores que los consideran de menor prestigio frente a marcas tradicionales europeas, japonesas o estadounidenses. Ganarse la preferencia de estos clientes exige estrategias de marketing sólidas y experiencias de usuario consistentes.

Finalmente, la competencia creciente marca el pulso del mercado. Cada vez más jugadores —locales, regionales y globales— disputan la atención del consumidor latinoamericano. Esto obliga a concesionarios y marcas a diferenciarse no solo por precio o producto, sino por el valor agregado que ofrecen: experiencias digitales omnicanales, atención postventa eficiente y propuestas de fidelización a largo plazo.

¿Hacia dónde va el mercado?

Todo indica que en los próximos cinco años, la participación de los autos chinos y eléctricos en LATAM seguirá creciendo de manera sostenida. Las ventas de EV en mercados emergentes, incluida Latinoamérica, crecieron más del 60 % en 2024, alcanzando cifras comparables con Europa de hace cinco años IEA. Se espera que para 2028 representen entre el 10 % y el 20 % de las ventas de autos nuevos en la región.

Además, marcas chinas como BYD ya dominan el mercado global, con una participación cercana al 20 %, y sus modelos explican el 75 % del crecimiento en EVs en las economías emergentes. Ya no son opciones alternativas: son protagonistas en precio, tecnología y sostenibilidad.

Los concesionarios que se adapten rápido, ofreciendo portafolios diversificados y estrategias digitales sólidas, estarán mejor posicionados para aprovechar esta ola. Aquellos que no lo hagan, quedarán rezagados frente a competidores más ágiles y preparados.

La combinación de autos chinos y eléctricos no es una moda pasajera en Latinoamérica. Es el inicio de una transformación estructural en la industria automotriz, donde la competitividad no se definirá únicamente por la calidad del vehículo, sino por la capacidad de ofrecer experiencias integrales, sostenibles y digitales.

Para los consumidores, esto significa más opciones y mejores precios. Para los concesionarios, una oportunidad única de reinventarse y crecer en un mercado que cambia a gran velocidad.

Lo que antes parecía un escenario lejano, hoy ya está sucediendo: los autos chinos y eléctricos están redefiniendo el presente y proyectando el futuro de la movilidad en Latinoamérica.

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